En línea con el punto anterior, mantener el coche en movimiento a la velocidad adecuada es esencial para el ahorro de combustible. Obviamente, esto depende de las condiciones del tráfico y de lo que ocurra en la carretera, pero reducir la velocidad y tener que volver a acelerar consume más combustible, como es lógico.
El mejor consejo es conducir con la mayor suavidad posible, utilizando suavemente la dirección, el acelerador y los frenos.
Al reducir la velocidad, es importante permanecer en la marcha, ya que el interruptor de corte de combustible en un motor de inyección de combustible se activa entonces, lo que significa que prácticamente no se utiliza combustible mientras se frena.
Intenta anticiparte a lo que va a ocurrir delante de ti mirando bien hacia delante. De este modo, verás los semáforos en rojo y podrás soltar el acelerador o reducir la velocidad de forma natural y seguir avanzando en lugar de detenerte.
Conducir por las colinas reduce el consumo de combustible.
Cuando veas que se acerca una colina, intenta acelerar un poco antes de llegar a ella y luego reduce la velocidad mientras subes.
El impulso adicional debería ser suficiente para minimizar el consumo de combustible adicional.